Archivo de la etiqueta: Manuel Fal Conde

La dirección política de la Comunión Tradicionalista desde 1876 (1934)

Tradición (Santander)

01/07/1934

Melchor Ferrer

Al nuevo Secretario General en España, Don Manuel Fal Conde, digno continuador de los Jefes que la Real Confianza ha dado a nuestra Comunión.

Puede decirse que el Tradicionalismo Carlista no tomó carta de naturaleza como partido político hasta la Revolución de 1868. Fueron los hechos que empujaron al Carlismo a que interviniera en la vida política de la legalidad. No porque ésta fuera completamente abandonada con anterioridad a la Septembrina, por el Carlismo, pero éste gustaba más de los procedimientos bélicos, creyendo que para fracasar en las gestiones para reformar el Régimen imperante, bastaban las tentativas de Donoso Cortés, de Aparisi y Guijarro y de Cándido Nocedal, y los tanteos de Gabino Tejado y Francisco Navarro Villoslada; pero sin hacerse ilusiones sobre el resultado de estos generosos pero estériles ensayos.

No regateó, sin embargo, el Carlismo su ayuda a estas tentativas, antes bien, acudió con sus elementos y sus hombres. Los diputados carlistas, que lo eran de ideas pero que actuaban sólo como católicos, no faltaron en las Cortes de los últimos años de Isabel II, y los nombres de Muzquiz, Vinader, Fernández de Velasco, etc., dejan bien establecido que no dudaron un momento servir a España, bajo el caudillaje de los Nocedal y los Aparisi. Sigue leyendo

Observaciones de un viejo carlista a unas cartas del Conde de Rodezno (1946)

Justa alarma ha venido inspirando a los carlistas la no disimulada actuación juanista del Conde de Rodezno. Los que ya somos viejos, encanecidos en las luchas carlistas, tenemos dolorosa experiencia de actividades de Don Tomás Domínguez Arévalo, tendentes a sacar a la Comunión de sus posiciones. Él, de un carlismo estático e ineficaz, es quien, en todas las épocas críticas que ha conocido, ha sustentado la misma desalentadora tesis: «El Carlismo está en vía muerta; es un organismo inoperante». Y en una «consecuencia» política invariable, ha propugnado en todo momento la colaboración de la Comunión con cualesquiera otras tendencias políticas que han ido surgiendo en su extrarradio, bajo pretexto de atraerse a los afines. Esto le ha conquistado en su historia política dos notas características de su personalidad: para el gusto de los liberales, es el Conde de Rodezno modelo de tolerancia; para el sentir de los carlistas, es el Conde de Rodezno exponente de flaqueza y falta de fe.

Por tanto, cuando lo hemos visto actuar cerca de Don Juan de Borbón, en constantes tertulias con aristócratas juanistas; cuando hemos sabido que había ido a Estoril, todos los carlistas que no somos débiles ni tolerantes hemos experimentado el temor y la alarma, viendo en sus pasos una maniobra. Sigue leyendo

De Sevilla la roja a Sevilla la de las boinas rojas. Carlismo y mundo obrero, 1931-1934

Artículo de Antonio Manuel Moral Roncal publicado en El Obrero el 20/10/2019.

Al poco tiempo de proclamarse la Segunda República, se produjo una de las «resurrecciones» políticas más singulares de la Historia de España: el carlismo -que parecía un movimiento del siglo XIX condenado a su extinción en las primeras décadas del siglo XX- conoció una etapa de crecimiento totalmente insospechado para sus vecinos del abanico político. Así, a los pocos meses de régimen republicano, los carlistas comenzaron a unirse con monárquicos tradicionalistas e integristas separados desde hacía tiempo, convergiendo en círculos, organizaciones y agrupaciones de todo tipo. Además de sus tradicionales bastiones del norte peninsular -provincias vascas, Navarra, Santander, Cataluña- y en el este -Maestrazgo aragonés y valenciano- comenzaron a tener fuerza otros, como Andalucía Occidental, en torno a Sevilla y a la figura de Manuel Fal Conde. A la hora de explicar también su renacimiento político, debe tenerse en cuenta, igualmente, el marco de partidos propio de sus geografías: la mayor parte de las derechas sufrieron un colapso en los primeros meses de 1931, Acción Nacional estaba comenzando a surgir –sobre todo en Madrid-, y los partidarios de Alfonso XIII se encontraban desmoralizados en provincias. Sigue leyendo

El Carlismo y la figura de Manuel J. Fal Conde en el Carlismo sevillano (2018)

ArchivosHistoria.com

11/06/2018

Esteban García Marcos

El Carlismo como movimiento socio-político hunde sus raíces en el tradicionalismo, siendo uno de los protagonistas del siglo XIX en España. Las tres Guerras Carlistas son imprescindibles para comprender la historia española durante el siglo XIX. El carlismo tiene su origen en el conflicto dinástico. Al morir Fernando VII sin un hijo varón, el trono de España fue reclamado por su hermano, Carlos María Isidro, quien no reconoció la Pragmática Sanción que le daba el trono a Isabel (futura Isabel II), hija de Fernando VII. El pretendiente al trono Carlos fue apoyado por una facción absolutista mientras que Isabel estuvo respaldada por una mayoría de políticos y aristócratas liberales. Tras varias guerras y treguas conocidas como las Guerras Carlistas, el carlismo llega a principios del S.XX con la intención de transformarse en un partido político de masas. Geográficamente, las áreas con mayor arraigo y actividad carlista fueron Navarra, Cataluña y, en menor medida, Andalucía. Este artículo intenta exponer la realidad política carlista de Andalucía en el siglo XX, un tema eclipsado tanto por el culmen carlista decimonónico como por la tradicional primacía del carlismo navarro. Sigue leyendo

El nuevo rumbo político del carlismo hacia la colaboración con el régimen (1955-56) – (2009)

1955-1956 Hacia la colaboración

Trabajo de Mercedes Vázquez de Prada Tiffe.

(En relación al Secretariado Nacional constituido en 1956 la autora confunde a Luis Hernando de Larramendi con su hijo Ignacio Hernando de Larramendi en la p. 189).

En la década de 1950 la consolidación de la dictadura franquista vino acompañada de un agotamiento político de la línea de oposición desarrollada por Fal Conde desde el Decreto de Unificación de 1937. En este contexto Don Javier fue especialmente presionado desde los sectores projuanistas y filosivattistas de la Comunión Tradicionalista, que planteaban salidas totalmente divergentes a la crisis interna. Pero finalmente un Secretariado Nacional compuesto por antiguos miembros del aparato falcondista acabaría marcando una línea intermedia. Sigue leyendo

Última entrevista con Fal Conde: Secretario general del Partido Carlista entre 1934 y 1955 (1978)

Josep Carles Clemente, Tiempo de Historia, nº 39, 01/02/1978, pp. 13-23.

1978-entrevista-fal-conde

Fal Conde tiene ahora la palabra. Me trasladé a Sevilla, antes de su fallecimiento en 1975, para que diera testimonio de su participación en el Alzamiento de 1936.

Multitud de artículos, entrevistas, libros y conferencias han aparecido en los últimos años dentro de nuestro país sobre este asunto que ya es Historia. Sigue leyendo

El tradicionalismo de Fal Conde (2015)

fal-conde-foto-644x362

ABC

19/05/2015

Fernando García de Cortázar

Fue Secretario General de Comunión Tradicionalista y encarnó el espíritu de una cultura política basada en la fidelidad a la nación, el vigor de los valores morales católicos, el mensaje social del pensamiento cristiano

El carlismo saludó al nuevo régimen como demostración de la ineficacia de la monarquía liberal. Resultaba paradójico que, tras los enfrentamientos civiles del siglo XIX, hubiera sido una movilización democrática la que puso fin a la odiada rama ilegítima de los Borbones, venciendo los republicanos donde fracasaron los carlistas. Acabado el reinado en el exilio de Carlos VII, el movimiento había sido víctima de rupturas que acompañaban cada ciclo de crisis europea del siglo XX: Vázquez de Mella abandonó el partido en desacuerdo con la posición del nuevo pretendiente, Don Jaime, en la Gran Guerra. Numerosos cuadros dirigentes e intelectuales, como Salvador Minguijón y Luis Lucia, dejaron la organización al considerar que el problema dinástico separaba a quienes propugnaban un catolicismo social capaz de enfrentarse a los desafíos de la modernidad. Sigue leyendo

Carta de Manuel Fal Conde a José María Araúz de Robles (1958)

Sevilla, 3 de enero de 1958

Sr. Don José María Arauz de Robles.

Madrid

Querido José María:

He dejado pasar estos días para contestar tu carta del 23 en espera de esa copia entera de escritos que en el final de la misma me anuncias. Sin que me haya llegado, no puedo demorar mi respuesta viendo correr por ahí copias de esa tu carta a mí, nada menos que para seducir a incautos haciéndoles creer, a la vista de ciertas frases tuyas insinuantes, que yo estoy de acuerdo con vosotros. Sigue leyendo

«Documento de Reclamación del Poder» (1943)

Excelencia:

El 10 de marzo de 1939, en víspera de la terminación de la guerra española, la Comunión Tradicionalista dirigió a V. E. unos escritos políticos en los que se desarrollaban las soluciones derivadas de los principios del derecho público cristiano, defendidos por ella durante más de un siglo con lealtad única en la historia política de España. La discrepancia mantenida por la Comunión con el ensayo totalitario, y su apartamiento del “partido único”, base del sistema, no fueron obstáculo para la heroica contribución de los Requetés a la guerra, ni para el acto de entregar a V. E., en los escritos mencionados, las soluciones tradicionalistas. Sigue leyendo