Archivo de la etiqueta: Árbol de Gernika

Circular de la Diputación de Vizcaya sobre la confirmación de los Fueros por Carlos V (1834)

Diputación general del Señorío de Vizcaya.-Circular.

Constaba a la Diputación general la distinguida predilección que el Rey nuestro Señor Don Carlos V de Borbón (D. L. G.) se complace en dispensar a Vizcaya, la primera que decidida proclamó sus indisputables derechos al Trono español, y fundada en el más íntimo convencimiento de esta verdad, concibió la idea de suplicar reverentemente a S. M., [que] se dignase arraigar en el pecho de sus leales habitantes, con un testimonio público e indeleble del alto aprecio que han merecido en su Real ánimo los extraordinarios sacrificios del Señorío en defensa de la justa causa del Altar y el Trono, simbolizada en su augusta persona, el grato recuerdo del alto honor que ha recibido, poseyéndole por segunda vez en su territorio. S. M. accediendo benigno a las instancias de la Diputación, y deseando vincular con un hecho memorable su reconocimiento a los servicios de Vizcaya, ha tenido la singular bondad, hallándose de paso en esta Villa de Guernica, de visitar el Salón de la Antigua, donde se celebran las Juntas Generales del País, y expedir en él solemnemente el Real Decreto que sigue: Sigue leyendo

Antonio Arrue, el carlista que colaboró en el relanzamiento de Euskaltzaindia (2011)

antonio-arrue-el-carlista-que-colaboro-en

Trabajo de Manuel Martorell Pérez (2011).

Pero el acto que mejor ilustra la incompatibilidad ideológica entre el carlismo y el partido único fue la jura por Javier de Borbón-Parma de los fueros vascos en Gernika el 19 de mayo de 1937. El abanderado legitimista había cruzado la frontera solo tres días antes procedente de San Juan de Luz, instalándose en el señorío de Bertiz, junto a la localidad navarra de Mugaire. Durante una inspección por el frente de Vizcaya, en la que también iba acompañado, entre otros, por Arrue, se detuvieron para visitar «el Santo Árbol de las tradiciones vascas», cuando todavía se apreciaban las humeantes ruinas de la Villa Foral. Allí, según el testimonio directo de Ignacio Orbe y Vives, marqués de Valdespina, «ante el Santo Árbol, Su Alteza juró defender como Regente los Fueros Vascos y sus buenos usos y costumbres», teniendo como testigos al sacerdote navarro, capellán de requetés y párroco de Ezquiroz, Fermín Erice, que es quien le toma el juramento, en presencia de Arrue y otros tres mandos carlistas que, contraviniendo las normas «unificadas», saludan militarmente y no con el brazo en alto, como era preceptivo, vistiendo además de caqui, sin la camisa o cuello azul unificados, y tocados con la boina roja (Orbe y Vives, 1938). Sigue leyendo

Proclama a los catalanes del Barón de Eroles (1822)

Este texto originado por los insurrectos realistas durante el Trienio Liberal (1820-1823), puede ser considerado un precursor del carlismo, en la medida en que frente al constitucionalismo liberal de importación francesa busca una alternativa en la renovación de la tradición foral.

La Regencia de Urgel fue constituida el 14 de agosto de 1822 por Jaime Creus Martí, arzobispo de Tarragona; Bernardo Mozo de Rosales, Marqués de Mataflorida; y Joaquín Ibáñez Cuevas y de Valonga, Barón de Eroles.

Al día siguiente fueron difundidos tres manifiestos, dos de los cuales incluyen el factor foralista: la proclama a los españoles de la Regencia de Urgel y la proclama a los catalanes del Barón de Eroles.

Catalanes: Tiempo había que lloraba en secreto vues­tras desgracias sin atreverme a tomar parte en ellas por temor a agravarlas; mas, viéndoos con las armas en la mano, resueltos a conservar intacta la religión, las cos­tumbres de vuestros mayores y la inviolabilidad del monarca, ¿cómo es posible que yo permanezca frío espec­tador en esta contienda? No, catalanes; vuestro bien­estar ha sido siempre el primer anhelo de mi corazón, y en vuestros votos, mi felicidad y mi gloria. Contando con vuestra fidelidad y decisión, jamás vaciló mi ánimo en los mayores peligros, y fiados vosotros en mi celo y lealtad, jamás desesperasteis de la salvación de la Pa­tria. No se trata ahora de riesgos como aquellos ni de lidiar contra un poder colosal. Provincias enteras sos­tienen vuestra causa; otras se preparan para el alzamiento, y aun en aquellas en que los constitucionales más confían hay, sin comparación, más número de votos a nuestro favor que en el suyo. El ejército, cuyo exterminio, por más que le debiesen, entraba en el número de sus decretos, que temiendo la reacción de su aluci­namiento había procurado aniquilarlo de mil maneras, re­duciéndolo a un estado puramente nominal, relajando la disciplina y la subordinación para mejor asegurar su caída. ¿Cómo, reflexionando en su abatimiento, pueden ser del partido de los que han obrado su ruina? ¿Ni cómo constituirse el defensor de quien lo desdora y lo destruye? No; el Ejército español, oyendo la voz de la razón y de la Patria, que no desconoció jamás, entrará en sus verdaderos intereses, abandonando a los que, guiados de una loca ambición, los han disuadido de sus primeros deberes. La guardia real de Infantería, los carabineros reales, regimientos enteros de milicias provinciales, han comenzado a dar el ejemplo, y todos los que se precian de españoles lo seguirán, quedando sólo en las filas enemigas la chusma de los comuneros y de los detestables anarquistas. Quédense enhorabuena con los compañeros de sus tenebrosos conciliábulos entonando canciones ínfamantes y licenciosas, que éste es el medio de purgar de una vez nuestro suelo de monstruos tan inmundos. Sigue leyendo

Un libro desvela conspiraciones carlistas para derrocar a Franco en la posguerra (2010)

Artículo de Aritz Intxusta publicado en el diario Gara el 22/12/2010.

La investigación del historiador Manolo Martorell sobre la oposición carlista al régimen en los primeros años de la dictadura acaba de publicarse en forma de libro. «Retorno a la lealtad. Desafío carlista al franquismo» arroja luz sobre el grado de discrepancia entre los carlistas de Fal Conde y el dictador, que se puso de manifiesto en el enfrentamiento armado de Iruñea en 1945. El autor apuntala sus afirmaciones en documentos de los servicios de inteligencia.

Los historiadores del carlismo han centrado sus estudios en el papel del requeté en la guerra que desató el golpe de estado de 1936 y en los movimientos de disidencia carlista de la etapa final del franquismo. Poco se sabe sobre qué ocurrió dentro del tradicionalismo inmediatamente después de la guerra, más allá de la versión oficial elaborada por la maquinaria propagandística del régimen. El historiador y periodista Manuel Martorell acaba de publicar un libro en el que intenta rescatar cuál fue la actitud política de las bases carlistas en esa etapa oscura de la historia que va desde el final de la guerra hasta 1953, cuando EEUU y Reino Unido deciden respaldar al Estado español como bastión anticomunista. Sigue leyendo

Portada de la revista Montejurra (nº 19)

Proponiendo como “Solución para España” la “Monarquía Foral”.

Su primer director fue el capitán de ingenieros Tomás Martorell, a quien sustituyó el arquitecto Eugenio Arraiza en 1964. Después del fallecimiento de Eugenio sus hijos Juan Pedro y Fermín se harían cargo de la revista.

Requetés protegiendo el Árbol de Gernika (1937)

El Federal

La tercera imagen era una fotografía que muestra el momento en que los requetés montaron un cordón de seguridad alrededor de la Casa de Junta de Gernika para impedir que el roble sagrado de los vascos fuera destruido. Según relató, el Tercio vizcaíno de Begoña, que fue de los primeros en entrar en la villa foral tras el salvaje bombardeo de la aviación alemana, se enteró de que una columna falangista procedente de Pamplona se dirigía a Gernika con hachas para destruir el árbol. Por esta razón, los mandos del Tercio, y de forma fundamental Jaime del Burgo Torres, ordenaron que requetés armados con mosquetones y bombas de mano formaran un círculo de protección. Según explicó Martorell, algunos errores cometidos por historiadores sobre las razones de esta protección se hubieran evitado sencillamente con haber preguntado, cuando vivían, a sus protagonistas, que explicaron con minuciosidad lo ocurrido.

Hace cien años: gran fiesta en Gernika (2009)

El Correo

05/07/2009

Imanol Villa

Hace cien años, el carlismo se dio un baño de masas para conmemorar por todo lo alto el acto de la jura de los fueros por parte de Carlos VII el 3 de julio de 1875

El 3 de julio de 1875, don Carlos de Borbón y Austria de Este, proclamado por sus seguidores como Rey de las Españas, acudió a Gernika para jurar de forma solemne los fueros de Vizcaya. La fórmula utilizada por el jefe carlista fue la siguiente: «Juro por Dios y esta Santa Hostia consagrada guardar y hacer guardar, observar, cumplir y ejecutar inviolablemente los fueros, libertades, franquezas, exenciones, prerrogativas, buenos usos y costumbres que ha tenido y tiene este Muy Noble y Muy Leal Señorío de Vizcaya». Con ese acto se sellaba el compromiso de los carlistas por la defensa de los fueros vascongados. Sigue leyendo

Del Burgo y el árbol de Gernika (2005)

Artículo de Manuel Martorell Pérez publicado en El Mundo el 31/10/2005.

En junio de 1998 mantuve una entrevista con Jaime del Burgo Torres, padre del diputado navarro Jaime Ignacio del Burgo, sobre el grado de implicación de los requetés en actos de represión durante la Guerra Civil y, concretamente, sobre su papel en la suerte que corrió el dirigente comunista navarro Jesús Monzón Reparas, que logró salvar la vida al refugiarse en una casa de la capital navarra el 19 de julio de 1936. Del Burgo tenía entonces 88 años, su salud era muy débil, apenas podía ver y se valía de una lupa informática para escribir en el ordenador lo que, seguramente, serían los últimos trabajos de su vida. Sigue leyendo