Publicada en el libro La cuestión Cabrera, de José Indalecio Caso, Madrid, 1875.
Señora: He tenido el honor de recibir las cartas de V. M. de 4 y 17 del corriente. Mi hermano Felipe no me ha escrito ni se donde se halla, por lo que ignoro en que términos se expresó con V.M.; pero es de suponer no se habrá separado de las instrucciones que le di.
Sea como fuere, debo ser claro y explicito, tanto por el respetuoso afecto que hácia V. M. tengo, como mi propio carácter de franqueza y lealtad. Con sentimiento, pues, me atreveré á decir a V.M. que, como regla general, la marcha política que se sigue no puedo aprobarla, porque no es otra cosa que la repetición y la rutina de lo que se viene siguiendo hace más de la cuarta parte de un siglo, y cuyos resultados fueron nulos, y lo peor en ocasiones fatales. Esto solo debiera haber bastado para cambiar de rumbo y seguir otro camino, á fin de rehacer nuestro partido fraccionado, desanimado y hecho pedazos, inoculándole nueva sangre, y con ello nueva vida con otros elementos. Sigue leyendo →