Archivo de la categoría: 1861-1868 Juan III

Breve antología de Carlos VII

Yo me debo a mi mismo y a tantos como se han sacrificado por nuestra familia y conservan en sus corazones el principio de la legitimidad, el mantener intactos mis derechos. El partido carlista exige, con justa razón, saber quién es hoy su jefe; y si V., renunciando a sus derechos, no quiere serlo, lo soy yo desde aquel momento.

Carta del príncipe Carlos a su padre Juan III (Septiembre de 1866) Sigue leyendo

Carlos VII y el legitimismo francés

Real Resolución comunicada a sus consejeros sobre la adopción del título de Duque de Madrid (1868; fragmento)

Entiendo asimismo mantener, por este acto, todos mis derechos al Trono de España y los eventuales al de Francia, si la rama primogénita, representada hoy por mi Augusto Tío Enrique V (q. D. g.), llegara a extinguirse, así como todos los demás derechos de mi familia en lo presente y en lo futuro.

(París, 3 de octubre de 1868) Sigue leyendo

María Beatriz de Austria-Este

Artículo de Ricardo Mateos Sáinz de Medrano publicado en el Diccionario Biográfico electrónico de la Real Academia de la Historia.

Austria-Este, María Beatriz de. Módena (Italia), 13.II.1824 – Graz (Austria), 18.III.1906. Archiduquesa de Austria, princesa de Módena, Hungría y de Bohemia, y reina carlista de España. Sigue leyendo

María Teresa de Braganza y Borbón

Artículo de Alexandra Wilhelmsen publicado en el Diccionario Biográfico electrónico de la Real Academia de la Historia.

Braganza y Borbón, María Teresa de. Queluz (Portugal), 29.IV.1793 – Trieste (Italia), 17.I.1874. Princesa de Beira (Portugal), infanta de España, líder del movimiento carlista (1861-1868) y, para los carlistas, reina de España. Sigue leyendo

Juan Carlos María Isidro de Borbón y Braganza

Artículo de Francisco Asín Remírez de Esparza publicado en el Diccionario Biográfico electrónico de la Real Academia de la Historia.

Borbón y Braganza, Juan Carlos María Isidro de. Conde de Montizón y marqués de Salvatierra. Aranjuez (Madrid), 15.V.1822 – Brighton (Reino Unido), 18.XI.1887. Pretendiente carlista a la Corona de España. Sigue leyendo

Carta de Ramón Cabrera a la Princesa de Beira, desaconsejando nuevas aventuras bélicas (1866)

Publicada en el libro La cuestión Cabrera, de José Indalecio Caso, Madrid, 1875.

Señora: He tenido el honor de recibir las cartas de V. M. de 4 y 17 del corriente. Mi hermano Felipe no me ha escrito ni se donde se halla, por lo que ignoro en que términos se expresó con V.M.; pero es de suponer no se habrá separado de las instrucciones que le di.

Sea como fuere, debo ser claro y explicito, tanto por el respetuoso afecto que hácia V. M. tengo, como mi propio carácter de franqueza y lealtad. Con sentimiento, pues, me atreveré á decir a V.M. que, como regla general, la marcha política que se sigue no puedo aprobarla, porque no es otra cosa que la repetición y la rutina de lo que se viene siguiendo hace más de la cuarta parte de un siglo, y cuyos resultados fueron nulos, y lo peor en ocasiones fatales. Esto solo debiera haber bastado para cambiar de rumbo y seguir otro camino, á fin de rehacer nuestro partido fraccionado, desanimado y hecho pedazos, inoculándole nueva sangre, y con ello nueva vida con otros elementos. Sigue leyendo

«Carta a los españoles» de la Princesa de Beira (1864)

Aunque por mis cartas de 15 de septiembre y 30 de octubre de 1861, dirigidas a mi hijo Juan, se pudiera entender cuál debe ser nuestra conducta política en las actuales circunstancias, sin embargo, algunos desean mayores explicaciones para tener un norte seguro en los acontecimientos que pudieran de un día a otro presentarse. Con este fin se me hacen especialmente tres preguntas: Primera: ¿Quién es nuestro Rey? Segunda: ¿Qué pienso yo del liberalismo moderno español? Tercera: ¿Cuál será nuestra divisa para lo futuro? Aunque estas tres preguntas encierran un sinnúmero de cosas, trataré de responder a ellas con la mayor brevedad posible. Sigue leyendo

Carta de la Princesa de Beira a Juan III (1861)

Mi muy querido hijo de mi corazón: El tierno cariño que siempre te he profesado, como a tus dos inolvidables hermanos Carlos VI y Fernando (q. e. g. e.) especialmente desde que huérfanos de vuestra querida madre, quedasteis a mi cuidado; y más que esto, el deber sagrado que contraje, casándome con vuestro querido padre, de miraros como a propios hijos míos, me ponen en la necesidad de escribirte ahora. Esto hago, mirando por tu bien Verdadero y el de nuestra familia, y para su salvaguardia de los derechos del trono de San Fernando y del bien general de nuestra amada España. Este bien no se puede conseguir sino por medio de la unión de todos los amantes de la justicia y de las verdades fundamentales del orden y de la sociedad. La unión sólo puede salvarnos; la desunión pone el triunfo en manos de nuestros enemigos. Sigue leyendo