Artículo de Pedro Zabala.
No sé si en todos los tiempos, pero creo que ahora más que nunca la sociedad está impregnada por la violencia y el gregarismo. La exaltación del individualismo más exacerbado va unida con la aparente necesidad de pertenecer a una manada. A ello va unida una violencia extrema -abierta o solapada- ejercida por los prepotentes sobre los débiles.
En casi todas las civilizaciones la sociedad se estructura sobre el machismo. El predominio del macho humano sobre la mujer, sometida a una situación inferior y reducida a un papel doméstico, en que el cuidado del hogar, la crianza de los hijos, la preparación y el servicio de la comida, más satisfacer las necesidades y caprichos de su amo y señor, se consideran sus obligaciones habituales. Como toda generalización, esta descripción es una simplificación a grandes brochazos de una realidad innegable. Sigue leyendo