Gara
11/01/2019
Jose Mari Esparza Zabalegi
El documento hallado por Mikel Sorauren, según el cual Zumalakarregi tenía intención de convocar a los Estados de Navarra para proclamar la República Federal en las cuatro provincias, es de tal importancia histórica que no es de extrañar que algunos se hayan incomodado. Siempre es molesto que a uno le zarandeen su andamiaje ideológico. Pero los datos son contundentes, van encajando uno a uno en el puzzle decimonónico vasco y, como ocurrió con la nueva bibliografía sobre la conquista de Navarra del siglo XVI, cada nueva pieza colocada va reflejando una imagen que poco tiene que ver con lo que nos habían contado.
¿Que Zumalakarregi fue un militar sin contemplaciones? Claro, nadie lo niega. Era una guerra sin cuartel, al menos hasta el Convenio Eliot. Lo que ocurre es que siempre se recuerdan los sucesos de Villafranca, o de Endarlatsa en la segunda guerra, y apenas se mentan las bestialidades del Ejército de la Nación «o de Ocupación» (como también se llamaba) arrasando pueblos, expulsando a sus habitantes, violando, fusilando y llevándose paisanos, como en barcos negreros, a los presidios ultramarinos. En las escuelas de Cuba, nación libre, se enseña el horror de la llamada «Reconcentración de Weiler», la brutal estrategia militar de vaciar de habitantes comarcas enteras, para quitar «el agua de la pecera» a los rebeldes. En las escuelas de Euskal Herria, nación oprimida, se oculta que el mismo Weiler, Martínez Campos y otros generales españoles estrenaron aquí esa misma práctica, que luego exportaron al Caribe. Es la diferencia entre un país libre y uno oprimido: cuando eres soberano puedes contar tu historia en las aulas. Sigue leyendo →